Guáimaro como toponímico de nuestra ciudad es una curiosa síntesis de la relación entre el pasado aborigen y la historia posterior, primero del hato,
y luego de la Villa. Villa que fue fundada el 10 de febrero de 1791 cuando fray Gregorio de Jesús Caballero y Miranda abrió el primer libro de bautismos de Personas blancas y españolas de la iglesia La Purísima Concepción de Guáimaro, y los nacidos aquí en este sitio empezaron a ser naturales de aquí y es entonces que echó a andar una historia que recoge como un párroco llamado Juan de Dios López con una gran vocación alfabetizaba a negros esclavos de las haciendas vecinas y fue el principal apoyo de Joaquín de Agüero y Agüero precursor de la Independencia Nacional y que en enero de 1842 fundó la primera escuela pública en Guáimaro y que tiene el mérito de ser la primera fundada fuera de los límites de la ciudad de Puerto Príncipe. En 1851 la villa e iglesia la Purísima Concepción de Guáimaro recibieron a San Antonio María Claret, el santo de Cuba aunque no fuera cubano.
Fue Guáimaro el sitio donde se firmó y proclamó la Primera Constitución de la República de Cuba en Armas de manos de hombres como Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Salvador Cisneros Betancourt y Antonio Sambrana. Aquí surgió la República de Cuba y el ideal democrático nacional . Aquí también por primera vez se exigieron los derechos de la mujer en un acto memorable en la voz de Ana Betancourt de Mora y aquel 14 de abril de 1869 cuando ella descendió de la tribuna Céspedes dijo “el historiador del futuro tendrá que decir que en Cuba una mujer se adelanto un siglo a su época”.
También Guáimaro fue incendiado por su propios habitantes en un acto de sacrificio antes de entregar sus casas y calles al enemigo y en 1896 fue tomada nuevamente por los mambises libertadores al mando de Calixto García, siendo esa victoria una de las de mas resonancia en la Guerra del 95 en el Camagüey.
En 1923 se creó el Término Municipal y en 1937 las Salecianas inauguraron en la villa el colegio María Auxiliadora que fue el centro escolar de mayor proyección cultural de todos los años de la República, después en 1944 se logró levantar en el Parque Constitución un Obelisco Homenaje a los patriotas y constituyentistas de 1869 que es orgullo de nuestra arquitectura monumentaria.
En la segunda mitad del siglo XX Guáimaro aportó a dos grandes artistas de talla mundial Roberto Fabelo y Felix González- Torres. Hoy Guáimaro se honra con la visita del nunci que es desde ahora mismo un acontecimiento histórico y todo el pueblo vuelve como en sus días más gloriosos a ser una FERIA DE ALMAS .